El mercado

Recuerdo cuando era niño era mas o menos común que yo acompañara a mi madre a comprar las cosas para la comida, aunque normalmente íbamos a algún mercado cercano, sí, uno de esos que hoy día casi desaparecen o que se caen de lo viejos que están. Se podía ver en estos lugares: frutas, verduras, comida, dulces, juguetes, carnicerías, pescaderías, en fin, muchas cosas y mucha gente gritando que sus productos eran mejores que los de la competencia, que en realidad no eran mas que sus vecinos de puesto.

Recuerdo que los olores se combinaban, algunos eran gratos, otros en realidad no tanto... me llamaban mucho la atención sobre todo la carnicería, donde había una sierra con la cual cortaban los pedazos inmensos de carne de res, me impresionaba ver la destreza con la cual el carnicero cortaba y cortaba pedazos y después los ponía en la vitrina esperando a algúna cliente que los comprara, también en este lugar siempre me dió curiosidad saber porque sólo las carnicerías tenían una puerta muy gruesa, un par de años después supe que ahi tenían un refrigerador para la carne y finalmente aclaré mi duda de varios meses.

Durante mucho tiempo pensé que este era el medio de abastecimiento de toda la gente, sin embargo nunca supe de la existencia de los supermercados hasta algunos años después, claro tenía 5 o 6 años en ese entonces, esos lugares enormes, llenos de cosas, pasillos amplios, mucha luz, música ambiental, limpio, decenas de mujeres cajeras que me sorprendían de su capacidad para memorizar claves de productos y de su destreza para teclear en esas maquinas registradoras que hacían tanto ruido como si trituraran algo, similares a las que había en el banco. Pero no sé había algo que no encajaba, es como si le faltara algo, probablemente el alma.