viernes, 11 de abril de 2008

El Metro (Parte 1)

Son las 7 de la mañana, mi clié comienza sonar con esa melodia desagradable que de tanto escucharla ya no me lo parece tanto, creo que es la tercera vez que suena asi que puedo suponer que ya dormí 15 minutos mas de lo que debo, tal vez sea hora de dejar de aparentar que es fin de semana, es lunes y tengo que ir a trabajar, que flojera...

Con la menor de las intenciones me levanto de la cama y me dirigo a la regadera, espero que eso me pueda reanimar un poco, siento que todavía estoy dormido, no sé por qué, si sólo estuve despierto hasta la 1:30 am, ¿serán los años? tal vez, ya no tengo la misma energía que solía tener cuando era estudiante de la ESIME. Después del regaderazo parece que desperté un poco aunque todavía no me siento con energía suficiente como para empezar el día en el trabajo, como sea ya se me hizo tarde, son las 8:15 y el maldito nudo de mi corbata no me queda, no es posible si llevo cerca de 7 años haciendolo, en fin...

Salgo de mi casa y me dirijo al metro, otra vez tengo que cruzar el paso de la muerte en Observatorio, después de que hicieron ese deprimido los únicos que pueden pasar son los autos pero los peatones tenemos que jugarnos la vida para cruzar la avenida, en fin, hay tanto tráfico que podré cruzar sin tener que correr, un olor pestilente se percibe a unos metros de la entrada del metro, es un basurero que solo por unos meses dejó de existir, pero apenas terminaron el deprimido y apareció de la nada en la misma manera en como desapareció la primera vez, ya solo falta que regresen la docena de indigentes que ahi acampaban hace un par de años...

Me acerco a la entrada del metro y puedo ver una cantidad inmensa de gente queriendo pasar primero sin importar a quien puedan atropellar en su camino, gente corriendo de un lado para otro, ya sea para formarse en la taquilla o en los torniquetes o para entrar de manera apresurada al convoy. Para mi mala suerte dejé los boletos en mi casa, asi que tendré que comprar algunos... como siempre ocurre me formé en la cola mas corta y es la hora que los de las filas de junto ya pasaron compraron y se fueron y yo sigo aqui esperando, que poca consideranción de esta mujer, hablando por teléfono y atendiendo a los usuarios con una sola mano, ya son 8:25 creo que no voy a llegar...

Me dirigo a otra cola, esta vez para pasar por los torniquetes, la gente se comienza a amontonar, el convoy esta llegando y todos quieren subirse a como de lugar, sin embargo en el andén es dificil caminar hay demasiada gente como para lograrlo, haré el intento por subirme... el tren abre sus puertas, no tuve necesidad de empujar, los de atrás se encargaron de subirme a la fuerza, sólo espero poder bajar en la siguiente estación. El tren cierra sus puertas y comienza mi viaje... se puede respirar aroma a jabón, shampoo y loción, menos mal, con tanta gente sería desagradable que oliera mal... ya estamos llegando, me preparo para intentar bajar en esta estación... se detiene el metro y abre las puertas, nuevamente no tuve necesidad de empujar, los de atrás se encargaron de bajarme a la fuerza, puedo notar que hay mas gente que en Observatorio, tanta que no se puede distinguir donde estan las escaleras, creo que mejor usaré las escaleras normales tal vez sea mas rápido...

Mi teoría falló, las escaleras normales están igual o mas llenas que las eléctricas, como sea debo apresurar mi paso aunque es dificil en esta multitud. Había llovido en la mañana y bastante fuerte por lo que al pasar por la columna de ventilación se podía apreciar una cascada de agua por la cual debíamos pasar los usuarios de este transporte, bueno no hay de otra, a correr...

He llegado al andén de la linea 7, miro a mi alrededor sorprendido por la cantidad de gente que espera el tren, creo que será mejor quitarme el celular del cinturón si lo quiero conservar, buscaré un huequito donde pueda acercame a la orilla y poder subirme en el primer tren que llegue. Después de varios minutos el tren llega, pero por más que lo intenté no pude acercarme a la orilla, espero poder subirme... el tren abre las puertas y sale igual cantidad de gente que la que desea abordar el vagón, después de varios empujones no logré subirme, aunque esta vez si que estoy en la orilla, ahora solo espero que el próximo tren no pase demasiado rápido o el aire desplazado por éste podría provocar un accidente.

Después de otros tantos minutos llega otro tren, esta vez logré subirme aunque en esta ocasión si tuve que usar la fuerza para entrar, hay poco espacio aqui adentro, el operador del tren ya ha intentado dos veces de cerrar las puertas pero mas personas quieren subirse e impiden que las puertas puedan cerrarse, después de unos momentos estas personas se convencen que no lograrán subirse y deciden liberar las puertas, finalmente avanzamos...

El calor empieza a incrementarse, el aire enrarecido me permite notar que aquel aroma a jabón ha desaparecido, un olor desagradable aparece en su lugar aunque todavía es soportable. Ya solo falta una estación para llegar a mi destino, siento que mi saco se esta arrugando por la presión de los demás pasajeros y también siento que el baño de hace menos de una hora esta perdiendo su efecto... finalmente llegamos, creo que una vez mas no tendré que preocuparme en como bajar, la fuerza de los pasajeros que desean bajar hará todo lo necesario. He bajado del vagón pero siento deseos de salir de esta estación a como de lugar, el calor, la gente y el olor ya no es soportable, aunque quiero apresurarme no me es posible avanzar, la gente apenas puede caminar para dirigirse a las escaleras...

Veo con alegria que no mucha gente esta usando la escalera normal, al menos hay mas espacio que la eléctrica, subiré por aqui para salir lo antes posible de este lugar... mi condición física no es muy buena, eso lo estoy notando cuando veo que me cuesta trabajo alcanzar los últimos escalones, pero no importa mi deseo de salir a la superficie es mayor asi que solo es cuestion de tiempo para que logre respirar algo de aire aunque sea de esta ciudad contaminada. Ya veo la luz de la calle y siento una brisa fria en mi cara, son las 8:50 he llegado a mi destino... y ya estoy pensando en como estará mi regreso, tal vez no debería de pensar en eso, acabo de empezar mi día...

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