domingo, 27 de marzo de 2011

El Networkers, Parte 1

Para 1998 acaba de salir de la escuela y, por aquellas épocas un joven recién egresado de ingeniería esta ávido de aprender y de aportar todo lo que tenía en su primer trabajo, claro, el pagado porque el anterior, Artisoft (ya suena como de la época de las cavernas) me daban para una torta y un refresco, aunque de hecho aprendí mucho de mi estancia en esa empresa que hoy a casi 14 años de eso (puffff!) ya no existe, al menos en lo que hacía antes; como sea, la cosa es que en aquel momento la vida entre cables, interfaces, equipos de telecomunicaciones, tarjetas de red, conectores era algo así como mi máximo en mi vida profesional que apenas llevaba algunas semanas o tal vez un par de meses.

Eso era lo que quería de hecho, me satisfacía profesionalmente, aunque distaba mucho en lo económico, porque de hecho el mensajero ganaba mas que yo. En ese año pertenecíamos al exclusivo grupo de usuarios de Cisco Systems, cosa que nunca acabé de entender muy bien, es decir, en lo que hacíamos. Sin embargo era algo común y de hecho bueno todos esos desayunos a los que asistíamos a ver nuevos equipos y tendencias del mercado, aún recuerdo el primer seminario al que fuí, "Layer 3 Switching" cosa que al menos en la escuela me dijeron que era imposible rutear en la capar 3 del modelo OSI, en fin, la cosa fué que un buen día (por que de hecho sí lo fué), Isaías me dijo: "Inge! nos vamos al Networkers!!!" mi cara de sorpresa y de emoción no pudo ser ocultada, era algo que de hecho era bueno por varias cosas:

  1. Era en Acapulco y yo, no conocía el mar (bueno laguna verde no es precisamente lo que yo esperaba conocer del mar, aunque eso fué algunos años atrás en la vocacional)
  2. Asistiríamos a una infinidad de conferencias de tecnologías de Cisco y eso era emocionante.
  3. Lo pagaba la empresa, es decir, transporte y hotel
  4. La idea de salir como parte del trabajo ya era de por si bueno.

Y así fué, nos fuimos en la noche y tras un largo viaje en el que fue imposible dormir llegamos de madrugada a Acapulco, 5am, 6 horas de viaje ¡qué terrible! y apenas unos 40 minutos en los que alcancé a conciliar el sueño, lo rudo fué encontrar hotel, al final encontramos uno con pocas cucarachas y 2-3 aceptable. Volvimos a dormir otros 40 minutos e inmediatamente después salimos rumbo al hotel (el chido donde ocurría el evento), entramos a la sala de desayuno y ahi vimos el paraíso de la comida!!! había tantas cosas para desayunar que era poco probable que pudieramos probar de todo, al final comimos tanto que al menos yo, me la pasé dormitando en todas las conferencias, ademas como apenas 1 hora de sueño dificilmente podría mantenerme alerta, al fin llegó la hora de comida y la historia se repetía, había tanto para comer que sufrías con el solo hecho de pensar que tu estómago ya estaba lleno, que triste.

continua....


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