miércoles, 6 de enero de 2010

Sucedió en una fonda

Normalmente en el trabajo uno come donde se puede o debería de decir donde alcanza, digo MCS puede ir todos los días a la Mansión pero los plebeyos vamos a las fonditas :)

Hace ya algunos años y cuando programaba aquellos dispositivos que en mi opinión eran superiores a los Blackberry es decir los basados en PalmOS, me encontraba en el clásico one man army, el punto era que aunque había más compañeros de trabajo, andaban bien clavados con ASP y de hecho en otro punto de la aseguradora, aunque ahora que recuerdo ni siquiera sabía que ellos existían hasta que un día alguien me los presentó :P

Bueno pues estos compañeritos es un desmadre, de hecho todos ellos parecían un grupo de universitarios echando relajo de lo que se podía, se reían a todo pulmón, se jugaban bromas, los albures etc, etc.

Empecé a ir con ellos a comer y, fuera de la oficina eran peor, aunque debo aceptar que era bastante divertido. Solíamos ir a una fonda en alguna de las calles aledañas, bonitas casas por ahi de hecho, se veía hasta raro ver una fonda ahi.

Un día, de esos en que los venían mas chistines que de constumbre pasamos a comer a la fonda de la "chava del mustang" es que que tenía un mustang amarillo en la puerta, ok ok que creativos, y pues pedímos de comer, cuando lo que tenían de guisado no nos gustaba solíamos pedir ya sea carne asada o pechugas, dos de nosotros pedimos pechugas, el novio de la dueña siempre nos atendía, era ya costumbre, nos llevó la sopa y el arroz, justo al terminar el arroz alguien comenzó a decir: "oigan, la dueña no esta tan mal no creen? se ve frondosa jejeje" bueno el gusto se rompe en géneros dije yo, no tiene que tener demasiado para ser guapa y así se armó algo así como una discusión... de pronto, justo en la cúspide de la discusión aparece la dueña de local asi frondosa como le dijo mi compañero y pregunta "¿aqui pidieron dos pechugas?" hubo unos segundos de silencio y alguien dijo: "pero la mia era empanizada..." nadie pudo contener la risa, supongo que la chava nunca supo de que nos reímos ya que ella puso cara de "what?!" pero el noviecito si se puso medio espeso. Después entendimos el porqué siempre atendía el novio.

Moraleja: no siempre es bueno decir en voz alta lo que piensas :)


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