jueves, 10 de diciembre de 2009

10 de diciembre

Ya llevaba 9 meses en mi sueño de ser mi propio jefe, lejos estaba marzo cuando renuncié a Vision para integrarme a Fusión, en fin, las cosas no eran como yo las esperaba, aunque tampoco estaban del todo mal, no había perdidas aunque si teníamos algo de retraso en las entradas de dinero.

Ese día me levanté como de costumbre temprano, recuerdo que si no llegaba mínimo a las 8:40am a Polanco ya era imposible estacionarse en algún lugar, normalmente abría el garage sacaba el coche lo detenía justo saliendo de la puerta para bajarme y cerrar la puerta del garage, luego abordaba el coche lo encendía y tomaba mi camino, llevaba al menos 2 años con esa rutina diaria, pero ese día por alguna razón la rompí, en lugar de dejar el coche justo saliendo del garage lo que hice fue colocarlo a un lado de la banqueta, no sé porqué, solo lo hice.

Llegué a Polanco algo retrasado y fue difícil encontrar lugar aunque al final logre estacionarme cerca de una esquina, tomé mis cosas y me dirigí a SMNYL donde estaba terminando algunas cosas en el proyecto de Microsoft… pasaron las horas y a la 1:45pm me dispuse a salir de la oficina para comer, había hecho la costumbre de ir a comer a la casa, no estaba lejos y la verdad es que prefería la comida de la casa.

Pues bien, caminé un par de calles hasta encontrar mi coche, al estar cerca me percaté que alguien había usado la esquina de la calle para estacionarse sin importarle siquiera que alguna grúa se pudiera llevar su coche, eso no me importaba, pero lo que si me importaba es que me dejó un espacio muy reducido para salir y eso me hizo perder varios minutos, así que decidí tomar el atajo el que tomaba sólo cuando llevaba prisa, tomé la calle de Shakespeare, tomé el control de la caja de discos y me puse a buscar una canción de Rammstein, iba en segunda, algo revolucionado de hecho…

Me acercaba a la esquina de Victor Hugo, un crucero lleno de coches en muchas ocasiones hasta en segunda o tercera fila, del lado izquierdo había un camión de basura en segunda fila que no me dejaba ver, pero alcanzaba ver en el espacio de la banqueta, es decir, de la pared hasta el coche estacionado en frente, miré de reojo... Libre… puedo pasar, toqué el freno aunque no lo pisé, cambié mi pié al acelerador y presioné un poco para revolucionar mas de lo que ya iba y cambiar a tercera… rebasé el camión de basura y de pronto mi cara perdió la sonrisa, delante mío apareció una Cherokee negra avanzando, traté de reaccionar pisando el freno lo mas que pude, por un instante no oí nada, no creo que haya llegado a un segundo, no pude separar la vista del costado de la camioneta a la cual me acercaba rápidamente, luego el sonido regresó, el rechinido de las llantas, el claxón que presioné porque estaba tratando de apoyarme y de pronto el impacto… en cámara lenta pude ver cómo el cofre se metía en la parte de debajo de la camioneta al mismo tiempo que la levantaba y que la fuerza de ambos coches hacía que se movieran en direcciones diferentes a su trayectoria original, pude ver la llanta trasera pasar encima del cofre, yo me detenía y la camioneta seguía moviéndose por la fuerza del golpe, sólo podía pensar, desear tal vez que la camioneta no volcara, rogaba que no sucediera, no podía saber si había alguien atrás en donde el choque se produjo…

Finalmente los dos vehículos se quedaron quietos, estaba en shock, el beep de la computadora del coche sonaba repetidamente avisando de algo anormal, mi coche sonaba como matraca, el motor seguía andando… ¿Qué pasó? No puede ser, esto no esta ocurriendo… apagué el motor, sentí un calor intenso en mi cabeza, abrí la puerta del coche, bajé al mismo tiempo que el otro conductor, nos encontramos a la mitad de los dos coches y nos lanzamos consignas mutuamente, de pronto él miró mi coche, no dijo más y se regreso a su camioneta, giré mi cabeza hacia mi coche, mi primer coche, por el que había trabajado tanto…

Mi furia desapareció, me quedé unos segundos contemplando mi coche, destrozado en solo unos segundos, una sensación fría recorrió mi espalda, no podía entender porqué estaba pasando eso yo solo iba a comer…

Me subí al coche, busqué los papeles del seguro, traté de hacerlo calmado, di mi ubicación y mis datos, después le hablé a mi madre para decirle que no llegaría a comer…

Seguía en shock, no lo podía creer, tomé mi cámara y saqué algunas fotografías del coche por si nos pedían que moviéramos los autos, estábamos obstruyendo la calle. Me volví a meter al coche, bajé el respaldo del asiento y me recosté, me empezó a doler mucho la espalda…

Una patrulla se acercó a mi ventana y una voz me dijo: "¿se encuentra bien?, ¿esta herido?" habían pasado 20 minutos después del choque y era la primera persona que me preguntaba si estaba bien, me levanté y miré a mi alrededor, unas 30 personas estaban alrededor de los coches gente ávida de buscar heridos.

A los pocos minutos una decena de policía turística estaba junto a mi coche, el seguro no llegaba y yo empezaba a ponerme nervioso, un helicóptero pasó sobre nosotros, no recuerdo si era de la policía o de algún noticiero…

Salí del coche para responder los cuestionamientos de los oficiales, mientras tanto una persona se acercaba por detrás de ellos, no recuerdo cómo era, pero recuerdo lo que me dijo: "joven, esto es suyo, estaba cerca de la tienda" extendió su mano y me mostró mi portaplacas delantero que había salido volando cuando ocurrió el impacto, tenía marcas por todos lados, tomé el pedazo de plástico y lámina con las dos manos y en ese momento sentí miedo.

Llegó la grúa y se dispuso a subir mi coche, el cual sabía de antemano no volvería a usar. La grúa avanzó y yo solo podía pensar en que tuve suerte y que había recibido una lección en ese día, la cual tarde varias semanas en poder asimilar.

1 comentario:

::júbilo::haku:: dijo...

yo recuerdo mi primer choque en auto.. una laminazo nomas.. pero iba solo. a mis 16... contra un pesero

y espero nunca recordar el primero de la moto.... por que espero nunca suceda...